El fallecimiento de Mario Vargas Llosa, el pasado domingo 13 de abril de 2025, marca el fin de una era en la literatura, ya que con él se va uno de los últimos grandes representantes del “boom latinoamericano”, y cuya obra y figura trascendieron el ámbito cultural para instalarse también en el debate político e intelectual del continente.
A lo largo de su vida, Vargas Llosa mantuvo una relación cercana y diversa con Chile. Un vínculo que combinó admiración, compromiso cultural y cercanía personal con artistas, escritores y movimientos de nuestro país.
Una de las postales más recordadas de esa conexión fue su participación en el histórico especial televisivo Alturas de Machu Picchu, grabado en 1981 junto a Los Jaivas en las ruinas del santuario inca. Esta colaboración marcó un hito en la fusión entre música, poesía y patrimonio latinoamericano, con la obra de Pablo Neruda como hilo conductor.
Tres décadas más tarde, en octubre de 2011, Vargas Llosa volvió a reunirse con Los Jaivas, esta vez en Berlín, durante un evento organizado por la Embajada de Chile en Alemania.
Durante los años ochenta, Vargas Llosa se interesó por los movimientos culturales que resistían desde la creación. Uno de ellos fue la revista La Bicicleta (1978-1987), dirigida por Eduardo Yentzen Peric y Antonio de la Fuente Hernández.
Desde Perú, el autor apoyó esta iniciativa al entrevistar en televisión al director de la revista, junto al académico Álvaro Godoy Haeberle. En el reportaje también participaron músicos del Canto Nuevo como Eduardo Gatti y Eduardo Peralta.
Muchos años después, un 10 de diciembre de 2010, Vargas Llosa fue condecorado con la Orden al Mérito Docente y Cultural ‘Gabriela Mistral’, en reconocimiento a su trayectoria literaria y a su aporte a las letras en lengua española.
Ese mismo año, la Fundación Futuro entregó sus premios anuales y el Premio Ciudad de Santiago fue otorgado a Eduardo Castillo por su trayectoria al frente de la Feria Internacional del Libro de Santiago. El reconocimiento fue entregado por el expresidente Sebastián Piñera y el propio Mario Vargas Llosa, quien asistió especialmente invitado. Además, el Nobel peruano participó como invitado en dos ediciones de la Feria Internacional del Libro de Santiago, demostrando su cercanía con el mundo editorial chileno.
Finalmente, uno de los lazos más íntimos del autor con Chile fue su relación con José Donoso, figura central del boom latinoamericano. Y en octubre de 2024, con motivo del centenario del nacimiento del escritor chileno, se inauguró en la Pontificia Universidad Católica del Perú la exposición José Donoso & Mario Vargas Llosa. Una amistad postal. Esta muestra, impulsada por la Embajada de Chile en Perú y curada por la académica Cecilia García Huidobro, reunió cartas inéditas entre ambos escritores, conservadas en los archivos de la Universidad de Princeton.
Tras la muerte del Nobel peruano, esta exposición —que llegará próximamente a la Universidad Diego Portales— adquiere una dimensión especial, revelando una amistad marcada por el respeto mutuo, el análisis crítico de sus obras y el afecto entre pares.
Desde la Cámara Chilena del Libro, despedimos con respeto y admiración a Mario Vargas Llosa, figura de la literatura hispanoamericana que permanecerá con nosotros en sus novelas, ensayos y discursos, así como en la huella que dejó en nuestra historia cultural.