
Continuando con nuestro especial del Premio Nacional de Literatura, hoy nos detenemos en una década clave para el desarrollo de las letras nacionales: los años 50. Diez autores fueron reconocidos durante estos años y, entre ellos, Gabriela Mistral se convirtió en 1951 en la primera mujer en recibir este galardón, curiosamente, años después de obtener el Premio Nobel de Literatura en 1945.
En 1950, el galardón fue entregado a José Santos González Vera, novelista de fuerte compromiso social, conocido por obras como “Vidas mínimas” (1923) y “Alhué” (1928). Al año siguiente, fue distinguida Gabriela Mistral, figura fundamental de la poesía latinoamericana, con libros como “Desolación” (1922) y “Tala” (1938).
En 1952, el reconocimiento recayó en Fernando Santiván, narrador y cuentista, autor de “El crisol” (1913) y “La hechizada” (1916). Mientras que en 1953, recibió el premio Daniel de la Vega, poeta, cronista y novelista, autor de obras como “Luz de candilejas” (1930) y “Fechas apuntadas en la pared” (1932). El año siguiente, fue el turno de Víctor Domingo Silva, poeta y dramaturgo con una larga trayectoria, iniciada con “La nueva Marsellesa” (1903) y “Golondrina de invierno” (1912). En 1955, el ensayista Francisco Antonio Encina fue galardonado por textos fundamentales como “Nuestra inferioridad económica” (1912) y su insigne obra “Historia de Chile desde la Prehistoria hasta 1891” (1952).
En 1956, el poeta Max Jara fue reconocido por su delicada obra lírica, entre ellas “¿Poesías…?” (1914) y “Asonantes” (1922). En 1957, el laureado escritor Manuel Rojas obtuvo el premio por su obra narrativa marcada por el existencialismo y la crítica social, siendo “Hijo de ladrón” (1951) uno de sus títulos más representativos. En 1958, el galardón recayó en Diego Dublé Urrutia, poeta que publicó su primer libro “Veinte años” en 1898 y más tarde “Fontana cándida” (1953). Finalmente, en 1959, fue distinguido el crítico literario y ensayista Hernán Díaz Arrieta, autor de “La sombra inquieta” (1915) e “Historia personal de la literatura chilena” (1954).