
Ya sea como espacios de difusión y prestamos de libros, las bibliotecas comunitarias han cobrado una importancia vital como espacios de acceso libre al conocimiento, la cultura y la participación ciudadana. En Viña del Mar, la Red de Bibliotecas Comunitarias es un claro ejemplo de cómo este trabajo colaborativo busca acercar la lectura a distintos territorios, convirtiéndose en un motor de difusión cultural y educación popular.
En el marco de la 43ª Feria del Libro de Viña del Mar, esta red se hizo presente como parte del stand de la Corporación Municipal de Viña del Mar, ofreciendo una alternativa para el préstamo de libros, pero también como un punto de encuentro para compartir experiencias, debatir sobre el rol de la lectura en la comunidad y fortalecer lazos entre bibliotecas autoconvocadas, lectores y autores.
Su presencia en la feria permite visibilizar el trabajo territorial que realizan y la importancia de generar espacios de cultura gestionados por la propia comunidad.
Esta red, como cientos de bibliotecas comunitarias a lo largo del país, organiza diversos talleres, conversatorios y acciones grupales durante el año, promoviendo la literatura como una herramienta de transformación social. Estos espacios son impulsados por los propios vecinos, quienes fomentan el intercambio de ideas y la colaboración entre distintos barrios de Viña del Mar y del resto de ciudades donde emerge una biblioteca comunitaria.
La articulación de estas bibliotecas no solo permite el acceso a libros y actividades culturales, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y la memoria colectiva, rescatando autores locales y promoviendo instancias de lectura crítica. En un país donde el acceso a la cultura sigue siendo desigual, estas bibliotecas se han convertido en una alternativa real para democratizar la lectura y generar comunidad.
Con su participación en la Feria del Libro de Viña del Mar, esta red reafirma su compromiso con la difusión de la lectura y el trabajo colectivo, demostrando que los libros y sus historias no solo se encuentran en grandes bibliotecas, sino también en espacios autogestionados donde la comunidad es protagonista.