Autores nacionales e internacionales que han marcado la historia de la Feria Internacional del Libro de Santiago

A lo largo de sus más de cuatro décadas, la Feria Internacional del Libro de Santiago se ha posicionado como uno de los encuentros literarios más importantes del país, reuniendo a figuras clave de la literatura chilena e internacional. A través de las numerosas actividades programáticas desarrolladas durante estos años, los lectores han tenido la posibilidad de acceder a conversaciones y presentaciones junto a sus autores favoritos.

En el ámbito nacional, FILSA ha recibido a algunos de los escritores más influyentes de nuestra literatura contemporánea. Entre ellos destacan los recordados Roberto Bolaño, Pedro Lemebel y Carmen Berenguer, además de los Premios Nacionales Raúl Zurita y Hernán Rivera Letelier, entre muchos otros.

Mientras que en el plano internacional, la feria también ha contado con la visita de autores de renombre que han enriquecido nuestro tradicional evento literario. Entre ellos se encuentran la escritora española Julia Navarro, el narrador y cronista mexicano Juan Villoro, y el artista e ilustrador argentino Liniers, quienes han compartido su trabajo con miles de lectores.

Finalmente, un capítulo especial en la historia reciente de FILSA lo protagonizó China como País Invitado de Honor en 2024, ocasión en la que el país asiático presentó un destacado pabellón y convocó a reconocidos escritores como Mai Jia, Zhao Lihong, Liu Zhenyun y Kang Zhen, generando un valioso espacio de intercambio cultural entre ambas naciones.

El día en que Gabriela Mistral supo que había ganado el Premio Nobel de Literatura

Este 10 de diciembre celebramos 80 años de la entrega del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral. Sin embargo, la historia del día en que se enteró de que era la ganadora suele ser menos conocida por los lectores y admiradores de la destacada poeta nacional. Un episodio íntimo que revela las emociones con que la autora vivió uno de los momentos más importantes de su vida.

El 15 de noviembre de 1945, Gabriela Mistral se encontraba en Petrópolis, Brasil, ejerciendo como cónsul. Ese día escuchaba la radio sola, en la habitación del hotel donde residía, cuando la emisora hizo una breve pausa para entregar una noticia que cambiaría la historia de la literatura latinoamericana: la Academia Sueca había decidido otorgarle el Premio Nobel de Literatura. “Caí de rodillas frente al crucifijo que siempre me acompaña y, bañada en lágrimas, oré: ‘¡Jesucristo, haz merecedora de tan alto lauro a esta tu humilde hija!’”, recordaría más tarde la poeta sobre ese instante lleno de emoción.

Al día siguiente llegó la confirmación oficial desde Europa. A través de un telegrama, fue notificada con el siguiente mensaje: “La Academia Sueca ha decretado para darle el Premio la Orden del Nobel. La invitamos a participar a la ceremonia el día 10 de diciembre. Esperamos su aceptación”.

Su respuesta fue inmediata y profundamente sentida: “Muy agradecida. Profundamente honrada agradezco a esta Academia. Feliz voy a vuestra patria que siempre admiré y quise. Vuestra devota servidora, Gabriela Mistral”. Con esas palabras, aceptaba oficialmente el reconocimiento que la convertiría en la primera escritora latinoamericana en obtener el premio.

Un día después de recibido el telegrama, comenzó su largo viaje hacia Suecia. De Petrópolis a Río de Janeiro por tierra, luego de Río a Gotemburgo por mar, y finalmente desde ese puerto hasta Estocolmo en tren. En total, fueron veintiún días de travesía para llegar a la ceremonia del 10 de diciembre de 1945, donde Gabriela Mistral marcaría un antes y un después en el mundo literario.

Fuente: Biblioteca Nacional de Chile.

Antonio Skármeta: una vida dedicada a las letras, al cine y a la divulgación de la cultura

Hoy recordamos al destacado escritor nacional Antonio Skármeta, un emblema de nuestra literatura contemporánea que partió en 2024, dejando un legado imborrable en las letras, el cine y la televisión.

Skármeta nació en Antofagasta el 7 de noviembre de 1940 y desde muy joven se convirtió en una de las voces más destacadas de la llamada “generación de 1960”, junto a figuras como Poli Délano, Gonzalo Millán y Óscar Hahn. Sus primeras obras, entre ellas El entusiasmo (1967), Desnudo en el tejado (1969) y Tiro libre (1973), le valieron tempranos reconocimientos, como el Premio Casa de las Américas de Cuba.

Tras el golpe de Estado de 1973, Skármeta partió al exilio. Durante ese periodo profundizó su vínculo con el cine y desarrolló algunas de sus obras más emblemáticas, como Soñé que la nieve ardía (1975), No pasó nada (1980), La insurrección (1982) y Ardiente paciencia (1985). Esta última, rebautizada posteriormente como El cartero de Neruda, alcanzó proyección internacional al ser traducida a más de treinta idiomas, además de ser adaptada al teatro y al cine.

A su regreso a Chile, se consolidó como una figura esencial del ámbito cultural, especialmente por su rol como conductor del recordado programa televisivo El show de los libros, que acercó la literatura a miles de hogares. También destacó por su colaboración junto al periodista Augusto Góngora en Coyote, un espacio dedicado a las expresiones artísticas de comienzos de los años 2000.

Entre sus numerosos galardones destacan los Premios Planeta de 2003 y 2011, el Premio Unesco y el Premio al Mérito Literario Internacional Andrés Sabella, además de distinciones otorgadas por Francia, Italia y Croacia. En 2020, la Universidad de Chile le concedió la Medalla Rectoral en reconocimiento a su trayectoria.

Su mayor consagración llegaría en 2014, cuando fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura. El jurado valoró “la trascendencia de su obra en distintos géneros narrativos, la difusión de su obra en medios como el cine, la ópera, el teatro y la música, y su destacada presencia internacional que ha puesto la cultura chilena más allá de nuestras fronteras”.

Celebrando 80 años de uno de los íconos del terror nacional: El Siniestro Doctor Mortis

Hace ochenta años nació uno de los personajes más emblemáticos del terror en Chile: El Siniestro Doctor Mortis, creación del escritor, actor y músico magallánico Juan Marino Cabello.

Surgido en 1945 como protagonista de un radioteatro nocturno, este despiadado personaje se presentaba entre risas macabras y acordes únicos. A través de relatos de horror, ciencia ficción y fantasía, Mortis atrapó a miles de auditores, convirtiéndose rápidamente en un fenómeno cultural sin precedentes en la radiodifusión nacional.

El universo narrativo de Doctor Mortis no tardó en expandirse. Durante los años sesenta, sus historias fueron adaptadas al formato de cómic, donde el enigmático doctor desplegaba su inteligencia y crueldad en tramas que combinaban lo sobrenatural con dilemas morales y giros psicológicos.

Con guiones de Juan Marino, su esposa, Eva Martinic, y dibujos de destacados artistas nacionales, las historietas consolidaron la fama del Doctor Mortis y llevaron su risa maligna a nuevas generaciones de lectores.

Este 2025, el legado del Doctor Mortis continúa más vivo que nunca. La Zombiewalk 2025 rindió homenaje al personaje con una puesta en escena especial, mientras que en Punta Arenas, diversas exposiciones celebraron sus 80 años de existencia, recordando al creador y su contribución pionera al terror nacional.

La obra de Armando Uribe: sarcasmo, convicciones y una particular relación con la muerte

Armando Uribe nació el 28 de octubre de 1933 en Santiago. Fue el único hombre entre cuatro hermanos y, desde muy joven, participó en seminarios literarios a los que acudían estudiantes secundarios y universitarios.

Hombre de principios firmes, hizo uso del sarcasmo como arma de defensa y ataque en un mundo que le resultaba ajeno e incomprensible. Se desempeñó en diversos ámbitos, desde la docencia hasta la poesía, y desde la diplomacia hasta el ejercicio del derecho.

Su obra poética es reflejo de esa forma de ser, marcada por un compromiso existencial frente a la vida y la muerte. Esta última fue una presencia recurrente en sus escritos, a menudo tratada con enojo o ironía, como si desafiara su tardanza. Gran parte de sus poemas pueden leerse como desafíos públicos a la muerte.

En 2004 fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura, distinción que destacó “el compromiso existencial del hombre frente a la vida y la muerte, manifiesto en un estilo dramático y singular desarrollado a través de una extensa producción”. Uribe falleció en 2020, recibiendo a la muerte como a una vieja amiga.

Día de las Bibliotecas Escolares CRA: espacios fundamentales en la formación de lectores y aprendizajes significativos en los niños, niñas y jóvenes

Cada 23 de octubre celebramos el Día de las Bibliotecas Escolares CRA, una fecha que coincide con el aniversario del programa Centro de Lectura y Biblioteca Escolar (CRA) del Ministerio de Educación. Esta conmemoración busca resaltar el valioso trabajo que realizan las bibliotecas escolares y sus equipos en la promoción de la lectura, el acceso a la información y el desarrollo integral de los estudiantes.

El programa CRA nació como parte de la Reforma Educacional, con la misión de apoyar el logro de los objetivos curriculares mediante recursos actualizados, estrategias pedagógicas y el impulso de la lectura como herramienta clave en el proceso educativo.

El objetivo principal de esta celebración es visibilizar la importancia de las bibliotecas escolares en cada una de las diversas comunidades educativas, junto con reconocer el compromiso de los bibliotecarios, docentes y mediadores de lectura que contribuyen a fortalecer la educación desde el fomento lector y la formación de ciudadanía.

En esta nueva conmemoración del Día de las Bibliotecas Escolares CRA 2025, se reafirma la importancia de estos espacios como espacios de encuentro y aprendizaje que amplían las oportunidades de los estudiantes para explorar, crear y reflexionar.

FILSA anuncia su 44ª versión: literatura, autores y lectores en el Centro Cultural Estación Mapocho

La Feria Internacional del Libro de Santiago, se prepara para realizar su 44ª edición entre el viernes 21 y el domingo 30 de noviembre de 2025 en su tradicional punto de encuentro: el Centro Cultural Estación Mapocho.

Con más de cuatro décadas de historia, FILSA abre sus puertas con una amplia y diversa oferta de libros, junto a un completo programa cultural que incluirá presentaciones, firmas de autores, conferencias, lecturas, homenajes, coloquios y actividades para niñas, niños y familias.

Invitado de Honor: Región de Los Lagos

Este año reviste un carácter especial, ya que La Feria Internacional del Libro de Santiago – que desde sus inicios ha buscado ser punto de convergencia para la cultura, los saberes y los creadores- recibirá en esta ocasión a La Región de Los Lagos como Invitada de Honor, cumpliendo así un anhelo esperado que permitirá poner en el centro de este encuentro ciudadano, la riqueza y diversidad patrimonial y cultural, de esta importante región de nuestro país.

En este mismo sentido, FILSA será parte de la conmemoración del bicentenario de anexión del Archipiélago de Chiloé al territorio nacional, relevando su significado para Chile y también como hito de la historia a nivel regional.

Un repaso a la vida y obra de Pablo de Rokha, uno de los grandes de la poesía chilena

Carlos Díaz Loyola, más conocido como Pablo de Rokha, nació el 17 de octubre de 1894 en Licantén y es considerado uno de los cuatro grandes de la poesía chilena, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente Huidobro.

Su juventud estuvo marcada por la rebeldía y el conflicto con las estructuras conservadoras de su tiempo, lo que lo llevó a trasladarse a Santiago en 1911, donde completó su educación media y comenzó su relación con intelectuales vanguardistas de la época.

En la capital, De Rokha intentó estudiar Derecho e Ingeniería en la Universidad de Chile, aunque pronto abandonó ambas carreras para dedicarse a la literatura y al periodismo, colaborando en diarios como La Razón y La Mañana. Durante esos años, entabló amistad con figuras como Vicente Huidobro y Pedro Sienna, y se familiarizó con la filosofía de Nietzsche y la poesía de Walt Whitman.

En 1916 contrajo matrimonio con Luisa Anabalón Sanderson, quien adoptó el nombre literario de Winétt de Rokha, y publicó sus primeros poemas, comenzando así un camino artístico que reflejaría su visión rupturista y su fuerte compromiso con la realidad social de Chile.

Su obra se articula en tres etapas: la primera, influenciada por el Romanticismo y el anarquismo, se extiende hasta 1929 e incluye títulos como Los gemidos y Escritura de Raimundo Contreras. Entre 1930 y 1950, su escritura se orienta al activismo político y social, destacando Canto de trinchera e Imprecación a la bestia fascista, mientras funda la revista Multitud. Finalmente, sus últimos veinte años combinan el optimismo revolucionario, la protesta social y el dolor por la muerte de Winétt, plasmado en obras como Fuego negro.

De Rokha también fue conocido por su histórica rivalidad con Pablo Neruda, que alcanzó su punto más alto con la publicación de Neruda y yo (1955), donde lo acusa de plagio y de representar un arte burgués.

En 1965, recibió el Premio Nacional de Literatura por su obra innovadora y profundamente chilena. Su legado, marcado por la vanguardia y la crítica social, continúa influyendo en generaciones de poetas y lectores, consolidando su lugar como una figura central de la literatura nacional.

Rosabetty, Nicanor y Gabriela: poesía, antipoesía y enseñanza en el aula

Cada 16 de octubre se celebra en Chile el Día del Profesor, fecha que coincide con la creación del Colegio de Profesores y que rinde homenaje a la invaluable labor de quienes dedican su vida a la educación. En esta conmemoración, destacamos a un grupo de escritores que también ejercieron la docencia, cultivando el conocimiento en niños y jóvenes de diversos rincones del país.

Una de las voces actuales que encarna este vínculo entre literatura y enseñanza es la reciente ganadora del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2024, Rosabetty Muñoz, quien, además de poeta, es profesora. Estudió Pedagogía en Castellano en la Universidad Austral de Chile, donde sobresalió tanto por su desempeño académico como por su temprana vocación literaria. Hoy reside en Ancud, donde enseña a niños y jóvenes, compartiendo su oficio y su pasión por el lenguaje con nuevas generaciones del sur del país.

Junto con esta poeta, destacamos a un antipoeta que también dejó huella en las aulas: Nicanor Parra, quien enseñó a numerosas generaciones. “Soy profesor en un liceo obscuro, / He perdido la voz haciendo clases”, escribió en Poemas y antipoemas (1954), reflejando el esfuerzo cotidiano de la enseñanza. Parra se tituló como profesor de Matemáticas y Física en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y ejerció durante años en distintas instituciones, incluso enseñando literatura a ingenieros y científicos.

Finalmente, recordamos a nuestra primera Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, quien inició su labor docente a los 14 años en escuelas rurales del norte chico, entendiendo la educación como una extensión del amor y la justicia social. “Enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase”, escribió, demostrando su enorme vocación por esta labor.

László Krasznahorkai, “maestro del apocalipsis”, gana el Premio Nobel de Literatura 2025

El escritor húngaro László Krasznahorkai fue reconocido este jueves 9 de octubre con el Premio Nobel de Literatura 2025, por su “obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”, según anunció la Academia Sueca.

Nacido en Gyula, Hungría, en 1954, Krasznahorkai es reconocido como una de las voces más sobresalientes de la literatura europea contemporánea, con una prosa marcada por la melancolía, el humor y lo absurdo, siendo comparado con autores como Franz Kafka y Thomas Bernhard.

Su primera novela, “Tango satánico” (1985), marcó el inicio de su carrera literaria y de su estrecha colaboración con el cineasta Béla Tarr, quien llevó varias de sus obras al cine, entre ellas “La melancolía de la resistencia” (1989) y “Las armonías de Werckmeister”.

Entre sus libros más reconocidos figuran “Guerra y guerra” (1999), “Y Seiobo descendió a la Tierra” (2015), “El barón Wenckheim vuelve a casa” (2024) y su más reciente obra, “Herscht 07769”, descrita por la Academia como “una gran novela alemana contemporánea” que retrata la violencia, la anarquía y el legado cultural europeo a través de la figura de Johann Sebastian Bach.

Krasznahorkai combina en su narrativa el apocalipsis con una profunda fe en el arte y la palabra escrita. Su estilo se caracteriza por tener frases extensas, sin pausas ni puntuaciones convencionales, buscando reflejar la belleza dentro del caos.

Con este reconocimiento, Hungría obtiene su segundo Premio Nobel de Literatura, después del otorgado a Imre Kertész en 2002. Esta distinción confirma a László Krasznahorkai como una de las figuras más influyentes de la narrativa europea contemporánea, convirtiéndose en un cronista internacional de culto, capaz de encontrar en el desastre una forma de redención a través del arte.