Día Mundial de la Poesía: Una oportunidad para homenajear a grandes voces de nuestra literatura

Con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro, la UNESCO adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía durante su 30.ª Conferencia General en París en 1999.

Desde aquella fecha, el mundo reconoce y celebra a la poesía y los millones de versos que abundan en la literatura. En Chile, reconocida tierra de poetas, esta fecha es una oportunidad para rendir homenaje a aquellos escritores que han marcado generaciones con sus versos y su legado literario. Desde la pluma de Gabriela Mistral hasta la irreverencia de Nicanor Parra, recordamos a algunos de los nombres más destacados de nuestra literatura.

Gabriela Mistral (1889-1957): Primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura (1945), su poesía refleja una profunda sensibilidad social, amor maternal y espiritualidad. Obras como “Desolación” y “Ternura” han dejado una huella imborrable en la literatura universal.

Pablo Neruda (1904-1973): Poeta y Premio Nobel de Literatura en 1971, es reconocido por su lirismo apasionado. “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, “Canto general” y “Los versos del Capitán” son solo algunas de sus obras icónicas.

Vicente Huidobro (1893-1948): Creador del movimiento creacionista, revolucionó la poesía con una propuesta innovadora. “Altazor” es su obra cumbre y un referente del vanguardismo literario.

Nicanor Parra (1914-2018): Considerado el “Padre de la antipoesía”. Parra desestructuró el lenguaje poético con un tono irónico y directo. Su obra “Poemas y antipoemas” marcó un hito en la literatura chilena y latinoamericana.

Pablo de Rokha (1894-1968): Con una voz potente y un estilo rupturista, Pablo de Rokha fue un poeta de vanguardia y un crítico feroz de la sociedad. Obras como “Los gemidos” y “Epopeya de las comidas y bebidas de Chile” reflejan su fuerza al escribir.

Gonzalo Rojas (1916-2011): Ganador del Premio Cervantes en 2003, es conocido por su erotismo, musicalidad y profundidad metafórica. “La miseria del hombre” y “Materia de testamento” son parte fundamental de su legado.

Jorge Teillier (1935-1996): Principal exponente de la poesía lárica y de la “poesía de los lares”, cultivó una obra que evoca la infancia, los recuerdos y la nostalgia de un mundo perdido. “Para írnos en un barco” y “Muertes y maravillas” son algunas de sus obras más destacadas.

Malú Urriola (1967-2023): Fue una de las poetas contemporáneas más relevantes. Urriola cultivó una poesía urbana, directa y visceral. “Piedras rodantes” e “Hija de perra” muestran su mirada crítica y personal sobre la sociedad y el lenguaje.

Carmen Berenguer (1946-2024): Poeta, artista visual cronista, Berenguer exploró en su obra la marginalidad, la memoria y la voz femenina en la literatura. “Bobby Sands desfallece en el muro” y “Naciste pintada” son textos fundamentales de su trayectoria.

Elicura Chihuailaf (1952-): Poeta mapuche y defensor de la oralidad y la cosmovisión de su pueblo, Chihuailaf ha sabido plasmar en su poesía la riqueza de la lengua mapudungun y la identidad indígena. “De sueños azules y contrasueños” es una de sus obras más reconocidas.

Raúl Zurita (1950-): Poeta de la resistencia y la memoria. Zurita ha abordado en su obra el dolor y las cicatrices de los 70’ y 80’. “Purgatorio” y “Anteparaíso” son algunas de sus grandes obras. Premio Nacional de Literatura en el 2000 y Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2016.

Elvira Hernández (1951-): Con una voz crítica y comprometida, Elvira Hernández ha desarrollado una poesía de resistencia, feminismo y exploración del lenguaje. “La bandera de Chile” es una de sus obras más emblemáticas. Ganadora en 2024 del Premio Nacional de Literatura.

Cada uno de estos legendarios poetas han dejado una huella imborrable en nuestra literatura. Y en este Día Mundial de la Poesía, celebramos sus palabras y el poder de la poesía para emocionarnos, imaginar e invitarnos a reflexionar.

La Cámara Chilena del Libro presente en la entrega de los Premios Nacionales 2024

El pasado miércoles 20 de marzo, el Presidente Gabriel Boric encabezó la entrega de los Premios Nacionales 2024 en el Palacio de La Moneda, un reconocimiento a la excelencia, creatividad y aporte trascendental de destacados exponentes del saber y las artes en Chile.

Entre los premiados de este año destacan Elvira Hernández (Premio Nacional de Literatura), Valentín Trujillo (Artes Musicales), César Ross (Historia), Ricardo Baeza (Ciencias Aplicadas y Tecnológicas) y José Zagal (Ciencias Naturales).

La ceremonia contó con la presencia de autoridades, familiares y amigos de los galardonados, así como de la Cámara Chilena del Libro, que se sumó a la celebración del Premio Nacional de Literatura otorgado a la poeta nacional.

Elvira Hernández, seudónimo de María Teresa Adriasola, nació en Lebu en 1951 y se ha consolidado como una de las voces más relevantes de la poesía chilena. Su trabajo se ha caracterizado por una fuerte carga crítica y política, reflejada en obras como “La bandera de Chile”, “Santiago Waria” y “Pena corporal”. En 2018 recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda y el Premio Nacional de Poesía Jorge Teillier.

Durante la ceremonia, la autora expresó su gratitud y recordó las dificultades de su generación para desarrollarse en el contexto dictatorial, destacando el papel de la poesía en la memoria y reconstrucción de los pueblos. «Aprendí que la poesía se sostiene en la memoria de los pueblos y que esta es parte a su vez de su reconstrucción», señaló la poeta en su discurso.

La Cámara Chilena del Libro, institución promotora del fomento lector y la difusión de la literatura nacional, celebra este reconocimiento a Elvira Hernández, cuya obra ha trascendido fronteras y generaciones.

En este Día Mundial de la Poesía, los invitamos a descubrir y releer la obra de Elvira Hernández y de todos los grandes poetas que han marcado la literatura chilena.

Celebramos el arte de contar historias en el Día Mundial de la Narración Oral

Cada 20 de marzo, se celebra en todo el mundo el Día de la Narración Oral, una fecha que nos recuerda la magia detrás de las historias y la participación activa, lúdica y creativa que contempla esta práctica, combinando tradición y contemporaneidad mediante el uso estético de la palabra contada y el contacto directo con el público.

En Chile, la narración oral se ha consolidado como una disciplina dentro de las artes escénicas, con características propias y múltiples posibilidades de creación. Este arte abarca el desarrollo de habilidades corporales, vocales y la selección del repertorio, permitiendo que cada narrador imprima su sello único en cada relato.

la oralidad ha sido una herramienta clave para la promoción de la lectura y la literatura, con narradores y narradoras que llevan sus relatos a escenarios, bibliotecas y espacios culturales. Estos encuentros fortalecen la conexión entre el público y la palabra hablada, permitiendo que las historias sigan vivas en la memoria colectiva.

Además, durante los últimos años ha existido un auge en cuanto a talleres especializados que ofrecen espacios de formación para quienes desean iniciarse en esta disciplina, explorando su historia y su evolución tanto a nivel local como internacional.

En este Día Mundial de la Narración Oral, invitamos a todos a redescubrir el placer de contar y escuchar historias. Una oportunidad para imaginar, aprender y conectar.

Mujeres que han marcado época en la historia de la literatura chilena

En el marco del Día Internacional de la Mujer, nuestra comunidad lectora destacó a autoras clave en la historia de la literatura nacional, como Teresa Wilms Montt y Elvira Hernández. Hoy queremos compartir parte del legado de dos de nuestras voces más reconocidas, cuyas obras han marcado generaciones y siguen inspirando a lectores y nuevas escritoras.

Nacida en una familia aristocrática de Viña del Mar, Teresa Wilms Montt desafió desde joven las normas sociales de su época. Su inclinación por la literatura la llevó a escribir desde temprana edad, pero su espíritu libre y desafiante fue constantemente socavado a lo largo de su vida.

Se casó a los 17 años y tuvo dos hijas. Sin embargo, su matrimonio fue infeliz, lo que contrastaba con sus ideas progresistas. Incluso su cercanía con intelectuales anarquistas la convirtieron en blanco de represalias. Fue internada en un convento por orden de su esposo, lo que la llevó a escapar con la ayuda de Vicente Huidobro, iniciando así su exilio en Argentina y Europa.

En Buenos Aires publicó sus primeros libros, “Inquietudes sentimentales” (1917) y “Los tres cantos” (1917), los cuales fueron bien recibidos por la crítica. Posteriormente, en España y Francia, se relacionó con importantes círculos intelectuales y artísticos.

Su obra, cargada de sensibilidad, melancolía y una visión feminista adelantada a su tiempo, aborda el amor, el desarraigo y la búsqueda de la libertad. A pesar de su éxito literario, la tristeza la acompañó hasta el final de sus días. En 1921, a los 28 años, se quitó la vida en París.

Sin embargo, su legado ha sido revalorizado con el tiempo, convirtiéndola en un símbolo de la literatura chilena y del espíritu indomable de las escritoras marginadas.

Por su parte, María Teresa Adriasola, conocida por su seudónimo Elvira Hernández, nació en Lebu y estudió literatura en la Universidad de Chile. Su escritura se consolidó en plena dictadura, un contexto en el que su voz poética se convirtió en una de las más relevantes para la resistencia cultural. En 1981 escribió su obra más icónica, “La bandera de Chile”, un poema extenso que, a través del juego con el lenguaje y la ironía, desmonta la carga simbólica del emblema patrio y denuncia la violencia del régimen.

Ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2018) y el Premio Nacional de Literatura (2024), consolidando su lugar como una de las voces más importantes de la poesía chilena contemporánea. A día de hoy, su legado sigue vigente, influyendo a nuevas generaciones de escritoras y lectores que encuentran en su obra una forma única para mirar y analizar nuestro entorno.

La historia y evolución del Plan Lector en Chile

Con el inicio del año escolar, miles de estudiantes de nuestro país se reencuentran con la lectura, una de las actividades fundamentales de su formación. A través del Plan Lector se fomenta el hábito de la lectura desde la infancia hasta la enseñanza media.

El origen del Plan Lector en Chile se remonta a las bases de la educación formal en el país. Sin embargo, fue con la Reforma Educativa de 1965 cuando la obligatoriedad de la lectura tomó un enfoque estructurado dentro del currículo escolar.

En 1998, el Ministerio de Educación impulsó la Reforma Educacional, que estableció las primeras listas oficiales de textos sugeridos para cada nivel educativo. Posteriormente, en 2005, se consolidó la política de fomento lector con la creación del Plan Nacional de Fomento de la Lectura – Lee Chile Lee, el cual fortaleció la estructura del Plan Lector Escolar y promovió iniciativas como bibliotecas escolares, ferias del libro y programas de lectura digital.

Diez años después, en 2015, el Plan Nacional de la Lectura integró nuevos enfoques, incluyendo una mayor diversidad de autores contemporáneos, literatura infantil y juvenil, y estrategias para formar a los docentes como mediadores de la lectura. En 2021, se lanzó una nueva versión del Plan Nacional de la Lectura, fortaleciendo la educación lectora con un énfasis en la diversidad y en la digitalización de los textos escolares, ampliando el acceso a recursos digitales para fomentar la lectura en todos los niveles educativos.

En cuanto a los textos que han marcado generaciones de escolares en Chile, se han considerado principalmente a clásicos de la literatura universal y latinoamericana. Entre ellos destacan obras como “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry o “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Mientras que en la literatura nacional, nombres como Baldomero Lillo, junto a autores como Francisco Coloane e Isabel Allende, han ocupado un lugar privilegiado en la formación lectora de los estudiantes.

En los últimos años ha habido un esfuerzo por diversificar los títulos incluidos en el Plan Lector, con la incorporación de literatura infantil y juvenil más actual, además de obras de autores y autoras contemporáneos.

Cámara Chilena del Libro participa en workshop sobre el mundo editorial y la economía creativa

La Cámara Chilena del Libro estuvo presente en el workshop “El Mundo Editorial en la Economía Creativa: Impulsar el Desarrollo Económico, Social y Cultural”, instancia en la que actores clave de la industria editorial nacional e internacional se reunieron en el Palacio Pereira para analizar los desafíos y oportunidades que la tecnología digital plantea en materia de derechos de autor.

El evento, organizado por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales y la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, en colaboración con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), convocó a escritores, editores, abogados y expertos en propiedad intelectual para reflexionar sobre el impacto de la transformación digital en la industria editorial. En este contexto, se abordaron temas como la irrupción de la Inteligencia Artificial, las nuevas tendencias del mercado del libro y el papel de la propiedad intelectual en las economías emergentes.

Uno de los principales expositores fue Dimiter Gantchev, director adjunto de OMPI, quien enfatizó la creciente relevancia de la propiedad intelectual en un contexto global de incertidumbre económica y digitalización acelerada. Participaron también el expresidente de la Asociación Internacional de Editores y fundador de Mensch Publishing, Richard Charkin, y la consultora editorial internacional Emma House, excolaboradora de la London Book Fair y la Publishers Association.

La Cámara Chilena del Libro estuvo representada en el encuentro, contribuyendo con su visión sobre los desafíos del sector y la importancia de consolidar estrategias de protección de los derechos de autor en el país. Gabriela Álamo, coordinadora de la Cámara Chilena del Libro, destacó la relevancia del workshop: “Estuvo muy interesante, contó con la participación de tres invitados internacionales y se abordaron temáticas relacionadas con las preocupaciones de las industrias creativas, la importancia de la propiedad intelectual y los derechos de autor, tendencias digitales a nivel global del mercado editorial, las fortalezas del ecosistema del libro en Chile para su internacionalización, principalmente”.

Participar en este tipo de instancias refuerza el compromiso de la Cámara Chilena del Libro con el desarrollo de la industria editorial y la consolidación de un ecosistema del libro más dinámico e integrado a nivel nacional e internacional. A su vez, la protección de los derechos de autor, la adaptación a nuevas tecnologías y el impulso a la internacionalización del sector son claves para fortalecer el impacto cultural, social y económico del libro en Chile y el mundo.

Celebramos 98 años del natalicio de Gabriel García Márquez

El pasado 6 de marzo conmemoramos un nuevo aniversario del nacimiento de Gabriel García Márquez, uno de los autores más influyentes de la literatura universal y un pilar fundamental del realismo mágico.

Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, Gabo no solo nos regaló obras inmortales como Cien años de soledad (1967), Crónica de una muerte anunciada (1981) y El amor en los tiempos del cólera (1985) sino que también transformó la manera en que el mundo ve la literatura de esta parte del mundo. Con su estilo único, fusionó mitos, historia y memoria en relatos que siguen fascinando generación tras generación.

Sus libros han sido traducidos a más de 40 idiomas y han vendido millones de copias en todo el mundo, convirtiéndolo en uno de los escritores más leídos de habla hispana. Además, varias de sus novelas han sido adaptadas al cine y la televisión, como El amor en los tiempos del cólera (2007), Crónica de una muerte anunciada (1987) y la nueva serie basada en la historia de Cien años de soledad, que reafirma la vigencia de su universo literario.

Por si fuera poco, su influencia no solo se ha visto en la literatura, sino también en el periodismo y el cine, dos ámbitos que lo apasionaban profundamente.

Fue fundador de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y promovió un ejercicio periodístico más comprometido y creativo, inspirando a generaciones de comunicadores.

Especial 8M: Mujeres que han marcado la literatura chilena

En una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, desde la Cámara Chilena del Libro hemos querido rendir un homenaje a todas aquellas escritoras que han abierto caminos y han dejado una huella imborrable en nuestra historia. A través de su pluma, han narrado la realidad, desafiado estructuras y enriquecido nuestro imaginario colectivo con sus voces únicas.

A continuación, les presentamos una breve reseña sobre el legado de algunas mujeres claves en la historia de nuestra literatura y que, sin duda, representan nuestra innumerable riqueza femenina en el mundo del libro:

Gabriela Mistral (1889-1957), nuestra primera Premio Nobel de Literatura, no solo fue una poeta excepcional, sino también una incansable educadora y diplomática. Su poesía, cargada de humanidad y sensibilidad social, sigue vigente en la memoria de Chile y del mundo.

Marta Brunet (1897-1967): Reconocida con el Premio Nacional de Literatura en 1961, Brunet exploró el mundo rural chileno con una mirada aguda y realista. Su obra reveló las tensiones sociales de la época con una voz adelantada a sus tiempos.

María Luisa Bombal (1910-1980): Rompió esquemas con su narrativa introspectiva y onírica. Obras como La última niebla y La amortajada le dieron un lugar privilegiado en la literatura latinoamericana, con protagonistas femeninas de gran complejidad emocional.

Stella Díaz Varín (1926-2006): También conocida como la “Colorina”, fue una voz rebelde e inconfundible. Su obra transgresora la convirtió en un referente de la poesía feminista y de vanguardia en nuestro país.

Carmen Berenguer (1946-2024): Nuestra poeta, cronista y artista visual, construyó una obra potente, a través de un espacio de resistencia y exploración de la identidad femenina, remeciendo la poesía nacional. En 2006 recibió el premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, distinción que por primera vez recayó en una escritora chilena.

Diamela Eltit (n. 1949): Una de las grandes renovadoras de la literatura chilena contemporánea. Su obra, marcada por la experimentación y la crítica social, le ha valido reconocimientos como el Premio Nacional de Literatura (2018) y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2021).

Isabel Allende (n. 1942): La autora chilena más leída en el mundo, ha llevado nuestra literatura a millones de lectores con su estilo envolvente y emotivo. Su obra ha puesto en el centro las voces femeninas y la memoria histórica.

En este 8M, recordamos y destacamos a estas escritoras que, con su talento, valentía y resiliencia, han transformado la literatura chilena y han abierto puertas para nuevas generaciones.

Bibliotecas comunitarias: espacios de encuentro y cultura vinculados con la comunidad

Ya sea como espacios de difusión y prestamos de libros, las bibliotecas comunitarias han cobrado una importancia vital como espacios de acceso libre al conocimiento, la cultura y la participación ciudadana. En Viña del Mar, la Red de Bibliotecas Comunitarias es un claro ejemplo de cómo este trabajo colaborativo busca acercar la lectura a distintos territorios, convirtiéndose en un motor de difusión cultural y educación popular.

En el marco de la 43ª Feria del Libro de Viña del Mar, esta red se hizo presente como parte del stand de la Corporación Municipal de Viña del Mar, ofreciendo una alternativa para el préstamo de libros, pero también como un punto de encuentro para compartir experiencias, debatir sobre el rol de la lectura en la comunidad y fortalecer lazos entre bibliotecas autoconvocadas, lectores y autores.

Su presencia en la feria permite visibilizar el trabajo territorial que realizan y la importancia de generar espacios de cultura gestionados por la propia comunidad.

Esta red, como cientos de bibliotecas comunitarias a lo largo del país, organiza diversos talleres, conversatorios y acciones grupales durante el año, promoviendo la literatura como una herramienta de transformación social. Estos espacios son impulsados por los propios vecinos, quienes fomentan el intercambio de ideas y la colaboración entre distintos barrios de Viña del Mar y del resto de ciudades donde emerge una biblioteca comunitaria.

La articulación de estas bibliotecas no solo permite el acceso a libros y actividades culturales, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y la memoria colectiva, rescatando autores locales y promoviendo instancias de lectura crítica. En un país donde el acceso a la cultura sigue siendo desigual, estas bibliotecas se han convertido en una alternativa real para democratizar la lectura y generar comunidad.

Con su participación en la Feria del Libro de Viña del Mar, esta red reafirma su compromiso con la difusión de la lectura y el trabajo colectivo, demostrando que los libros y sus historias no solo se encuentran en grandes bibliotecas, sino también en espacios autogestionados donde la comunidad es protagonista.

Marcela Paz y un legado literario que se traspasa de generación en generación

Este viernes 28 de febrero se conmemora un nuevo natalicio de Marcela Paz, la destacada escritora chilena nacida en 1902, cuyo legado sigue vivo a través de su personaje más emblemático: “Papelucho”.

Esther Huneeus Salas de Claro, más conocida por su seudónimo Marcela Paz, es una de las autoras más queridas de nuestra literatura infantil. Su obra más reconocida, “Papelucho”, se publicó por primera vez en 1947 y desde ese entonces ha acompañado a generaciones de pequeños lectores con las aventuras y reflexiones del ingenioso y curioso niño, símbolo de nuestra cultura popular.

La serie de “Papelucho” cuenta con 12 libros que han sido traducidos a varios idiomas, dejando una huella imborrable en nuestra cultura. La frescura y dulzura con que Marcela Paz capturó la mirada infantil, ha hecho que estas historias sigan vigentes, entreteniendo a niños y despertando la nostalgia de sus padres.

Además de Papelucho, Marcela Paz escribió otras destacadas obras como “Tiempo, papel y lápiz” (1981), donde recopiló sus memorias y reflexiones sobre la escritura, y, en coautoría con Alicia Morel, “Perico trepa por Chile” (1978), un libro que sigue la travesía de un niño por el país, quien nos enseña la riqueza cultural y geográfica de Chile.

A lo largo de su trayectoria, la autora recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Literatura en 1982, un honor que ratificó su contribución a la literatura nacional.

Hoy, a poco más de un siglo de su nacimiento, el universo de Papelucho y el resto de sus obras sigue encantando a nuevas generaciones, recordándonos la importancia de ver el mundo con imaginación y ternura.